En un marco protegido, nuestro encuentro crea un espacio para una nueva conciencia y nuevas comprensiones.
Reconocemos y ponemos en luz patrones de creencias inconscientes y rígidas, así como estrategias de supervivencia. Se abordan con cuidado traumas de apego en la primera infancia, así como heridas profundas vividas a lo largo de la biografía. En este proceso, también emergen dinámicas familiares ocultas que pueden ser tratadas e integradas.

Juntos descubrimos fortalezas y recursos escondidos para mejorar o transformar de manera consciente y constructiva tanto las circunstancias de vida como las relaciones. Con frecuencia, se trata de aprender paso a paso a aceptar conscientemente lo doloroso, transformarlo e integrarlo en la vida cotidiana.

Para acompañar este proceso terapéutico, aplico diferentes enfoques, ejercicios y prácticas sensibles al trauma provenientes de la terapia sistémica, la psicoterapia antroposófica y el acompañamiento sensible al trauma.